No ha defraudado a nadie. El Rallye de Ferrol ha hecho justicia a su fama de duro y ha obligado a todos los equipos participantes a dar lo mejor de sí mismos para conseguir llegar a la meta final. Ha sido una prueba donde las condiciones climatológicas también han jugado un papel decisivo. La lluvia y la niebla complicaron en exceso los primeros tramos del día, mientras que el sol secó el asfalto de la tarde y permitió que los coches corrieran al máximo. En todas estas circunstancias Iván Ares y José Antonio Pintor se mostraron muy serios y constantes, marcando un fuerte ritmo que ningún piloto fue capaz de seguir.
Pero hasta que Iván Ares logró adjudicarse la victoria final muchas fueron las cosas que fueron pasando. El primer líder del rallye fue un Cristian García que se mostraba intratable en el tramo inicial. Sin embargo, en la siguiente especial una salida de carretera y un doble pinchazo le hacían perder un minuto y medio. Aun así el piloto del Ford Fiesta R5 no se rindió y buscó la remontada, hasta que en el penúltimo tramo del día una nueva salida de carretera lo dejaba fuera de la competición.
El infortunio de García fue aprovechado por un Iván Ares, que a pesar de verse desde los compases iniciales con una cómoda ventaja no se relajó en ningún momento, esforzándose siempre al máximo como si tan solo contara con escasos segundos de diferencia con sus rivales.
El segundo clasificado final sería un Víctor Senra que lo llegó a pasar muy mal en los primeros tramos de la mañana. Sin apenas experiencia con el Citroën DS3 R5, Senra fue en clara progresión aunque en algunos compases de la carrera llegó a dudar de ser capaz de aguantar el empuje de García. Aun así la carrera del de Dumbría merece una calificación excelente.
Pedro Burgo acabaría siendo el tercero en la general. Los problemas en los primeros tramos del día, con una monta inadecuada de neumáticos y los parones que le enfriaron las gomas lo descentraron para el resto del rallye, siendo incapaz de poner en apuros a los pilotos de cabeza. Al final el abandono de García le sirvió para logar subirse al último escalón del pódium final, aunque el lucense se mostraba muy crítico al final de la carrera con su papel en este Rallye de Ferrol.
En la categoría de dos ruedas motrices se esperaba un interesante duelo entre Adrián Díaz y su Suzuki Swift S1.6000 y Álvaro Muñiz con su Abarth 124 Rally. Pero el piloto de Suzuki no tuvo fortuna y un problema mecánico le obligaba a abandonar con tan solo un tramo disputado. A partir de ahí el resto de la carrera fue un paseo para Muñiz que se divirtió con su vehículo de tracción trasera e hizo disfrutar a los aficionados.
Tampoco tuvo mucha historia la pelea en la categoría N5, a pesar de contar con una nueva incorporación, la de Miguel Fuster y su Renault Clio N5. Sin embargo el piloto alicantino acabó pagando su inexperiencia con esta montura, así como el tiempo de inactividad, y en ningún momento puso en apuros a un impecable Joan Vinyes que marcó el ritmo en todo momento, seguido por Gorka Antxustegi.
Más emoción tuvo la lucha en la categoría R2. Aunque en los compases iniciales parecía que era Roberto Blach con su Peugeot 208 VTI R2 quien llevaba la voz cantante, por la tarde Javier Pardo se desató y acabó logrando la victoria final tras marcar cuatro scratchs consecutivos. Pardo además sumo el triunfo entre los pilotos junior, donde Blach también fue segundo.
Copas monomarca
En lo que se refiere a las diferentes copas monomarca, hubo un poco de todo. Javier Bouza era uno de los favoritos para pelear por la Clio Renault R3T, pero sin embargo abandonaba por una salida de carretera en el primer tramo. La falta de su principal rival descentró en parte a Francisco Cima, que se veía superado en el ecuador de la carrera por José Javier Pérez. Tras el parón, el asturiano se puso las pilas y logró revertir la situación para lograr una importante victoria de cara a la segunda parte de la temporada.
Mucha emoción. Estas dos palabras resumen una vez más la Copa Suzuki Swift. Las diferencias entre los pilotos han vuelto a ser mínimas. En esta ocasión Alberto Monarri fue quien logró el triunfo, pero no sería por el empeño que le puso Fernando Rico. En los compases iniciales el de Narón se mostró conservador, pero en los últimos tramos se lanzó a por todas y fue recortando las distancias. Sin embargo no sería suficiente y se quedaría a tan solo un segundo de Monarri. Tercero en esta copa sería finalmente Tamés.
Por lo que se refiere a la Dacia Sandero Cup no hubo mucha historia. Desde el principio Antonio Pérez se colocó al frente de la general y ya no dejaría ese puesto en ningún momento, logrando una clara y contundente victoria. Segundo sería el piloto local Juan Carlos Castro, que se mostraba satisfecho con el resultado. El pódium de la copa lo completaría Manuel Reyes.